Una rutina de limpieza facial diaria es algo fundamental para tener una piel bonita y sana, deberás siempre utilizar productos específicos para tu piel, ya que si no lo son pueden provocarte sequedad, grasa, incluso acné.
PASO 1.- LIMPIAR Y TONIFICAR
Con la Limpiadora eliminaremos las células muertas e
impurezas de la piel dejando la piel
fresca y saludable.
El Tónico, calma, suaviza y cierra los poros
mejorando la absorción de los
tratamientos.
PASO 2.- CONTORNO DE OJOS
Es la piel más fina y vulnerable de nuestro rostro,
necesita un producto especifico de textura
ligera y de fácil absorción,
que combata, las ojeras, bolsas y
líneas de expresión.
PASO 3.- POTENCIAR
Con los serums, o capsulas, que gracias a su alta
concentración de activos y su textura ligera
se absorben fácilmente, llegando
a las capas más profundas de la piel
actuando y potenciando la acción
del posterior tratamiento.
PASO 4.- HIDRATAR Y NUTRIR
Por la mañana hidrataremos, aportando el agua que
nuestra piel necesita, protengiéndola de las
agresiones externas con un factor de
protección solar.
Y por la noche, aprovecharemos las horas de
sueño para nutrirla, restaurando la piel
de los daños sufridos durante el día,
momento en que nuestra piel es más receptiva.